Nadie duda que, el Camino comienza a la puerta de la casa del
peregrino. Las peregrinaciones a Santiago son muy antiguas y desde nuestra
tierra, el antiguo Reino de Toledo, cualquier persona que peregrinara hacia
Santiago, no tenía otro medio que hacerlo desde su lugar de residencia.
A modo de ejemplo podemos citar el testimonio de un peregrino toledano peregrinando a Compostela a finales del siglo XVIII, reflejado en un artículo de Enrique Bande Rodríguez publicado en Cuadernos de Estudios Gallegos llamado "Registro del Paso de Peregrinos por las Rutas Jacobeas Orensanas según los libros Parroquiales":
"En la Villa de Verín, el 28 de marzo de 1789 murió
Diego Andrés natural del arzobispado de Toledo, recibió el sacramento de la penitencia y de la extremaunción, el de la eucaristía no pudo recibirlo. Venía de romería del Señor Apóstol Santiago y luego que llegó a esta Villa cayó postrado en tierra... Enterrose en San Lázaro de Limosna"
Admitido ese principio, hay que recordar a continuación que uno de
los motivos del éxito del Camino en la actualidad, el haber preservado casi sin
alteración durante más de mil años unos senderos tal y como los recorrían gentes
de hace mucho tiempo. Cualquier peregrino que se lanza al Camino de Santiago, tanto de
España como de muchos otros lugares del mundo, habrá de pisar las huelas
dejadas por sus predecesores.
En la Baja Edad
Media, los caminos para desplazarse de un lugar a otro, seguían en general el
trazado de las antiguas calzadas romanas. Durante esta época prácticamente las
obras públicas de ese estilo fueron escasas, y por eso se recurrió a ellas;
quedando hoy por hoy, vestigios de muchos tramos de las mismas en perfecto
estado.
Sólo en algunos lugares de lo que hoy conocemos como Camino de
Santiago Francés (el más popular y transitado de todos), gentes como, como
Santo Domingo de la Calzada
y San Juan de Ortega, mejoraron hace nueve siglos esos trazados, adecuando
tramos y construyendo puentes y hospitales donde dar acogida a los peregrinos.
Sin embargo, a medida que se reconquistan territorios, a partir del siglo XIII,
surgen en la Península
nuevos centros económicos y rutas comerciales. Las vías se multiplican y con
ellas las necesidades de protección y asistencia a los viajeros, ya fueran
peregrinos, hombres de negocios o simples mendigos. Los reyes castellanos
quisieron dotar a sus súbditos de un mejor sistema de caminos. Para ello, se
utilizó en casi todos los casos el discurrir de las antiguas calzadas romanas,
trazándose los llamados Caminos Reales de Castilla, por los que circulaban
caminantes, carretas y diligencias. El ganado tenía sus propias vías de
transporte por las Cañadas de Trashumancia.
Durante este siglo, quedan compiladas todas las leyes en las
“PARTIDAS” de Alfonso X El Sabio, en la que aparecen una serie de dictámenes
generales en pro de la atención a los Peregrinos y de los Caminos por los que
transitaban por el Reino de Castilla, como ocurre en el siguiente precepto:
“ Y por ello tenemos por bien y
mandamos que los peregrinos que vienen a Santiago, que ellos y sus compañías y
sus cosas vayan y vengan salvos y seguros por todos nuestros reinos”
Finalmente, todas estas obras y caminos, quedan recogidos, para
facilitar el conocimiento de los mismos en el siglo XVI, momento en el que
aparecieron los primeros Repertorios de Caminos.
En 1546 un cartero real, Pero Juan de Villuga, publica el “Repertorio de todos
los caminos de España hasta agora nunca visto”. Treinta años más tarde, en 1576, Alonso de
Meneses publicaba un nuevo Repertorio de Caminos que, realmente, aportaba pocas
novedades a la obra de Villuga, quien pretendía que aquella especie de guía de
su tiempo sirviese como obra práctica de consulta y que los viajeros pudieran
llevarla de manera fácil.
La ciudad de Santiago es en esta obra uno de los destinos más
frecuentes de los diferentes caminos, debido al gran número de peregrinos que
se dirigían a la tumba del Apóstol. En él aparece reflejado por ejemplo el trazado del Camino Francés
desde Roncesvalles a Compostela, coincidiendo su trazado de igual manera que en
la actualidad. En esta obra es donde también aparecen reflejadas las rutas de
peregrinación que discurren por nuestra provincia:
El Camino Real de Alicante a Santiago, coincide en su práctica
totalidad con, lo que hoy conocemos como Camino del Sureste, que engancha en
Astorga con el Camino Francés o en Santa Marta de Tera con el Camino Sanabrés.
Asimismo aparece reflejado el Camino Manchego, que desde Ciudad
Real se incorpora en Toledo al Camino del Sureste.
REFERENCIAS JACOBEAS EN TOLEDO
Toledo ha sido uno de los lugares más importantes de la Corona de Castilla: Se constituyó como capital del reino Visigodo
en tiempos antiguos y desde entonces ha sido centro de los diversos reinos y
ciudad primada, hasta que Felipe II instituye Madrid como capital del reino.
Es por ello que fue una referencia como ciudad de obligado
tránsito para cualquier necesidad, tal y como hemos podido comprobar en los
mapas donde se reflejaban las vías de comunicación por nuestra península.
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Imagen de un Peregrino en el Patio de la Catedral de Toledo. Autor: Agusto Arcimís. Obtenida de la Fototeca del Instituto del Patrimonio Cultural de España. Colección de la Fundación Duques de Soria de Ciencia y Cultura Hispánica |
Aquí queremos reflejar las numerosas referencias jacobeas que
podemos encontrar en la ciudad, asimismo en la provincia hay más, en primer
lugar en la zona de la Mancha, sobre todo por la presencia de ordenes militares y
religiosas como la Orden de Santiago o la Hospitalaria de San Juan o la de San Antonio, que fundaron templos y
hospitales que se dedicaban a ofrecer acogida a pobres y peregrinos más que a enfermos, quedando numerosa imaginería jacobea
(cruces de Santiago, vieiras, etc.) en lugares de tránsito de los caminos de
Santiago del Sureste y Manchego.
En una posterior entrada intentaremos recabar las referencias jacobeas que encontramos en las diversas poblaciones y lugares por los que transcurren las rutas jacobeas a su paso por nuestra provincia, ya que son múltiples como hemos anticipado.
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Iglesia de San Antonio Abad en El Toboso, la villa por la que discurre el Camino de Santiago en nuestra provincia |
Toledo ha sido testigo del paso personajes ilustres, tanto
literarios como reales, por los caminos reflejados, desde el pícaro Lázaro que
dirige sus pasos desde Salamanca a Toledo pasando por Almoróx, Escalona o
Maqueda, a la Reina Isabel la Católica en su cortejo fúnebre desde Medina a Granada, pasando por
lugares como Ávila, Gotarrendura y Cardeñosa, Los Toros de Guisando, Novés,
Toledo, Orgaz o los Yebenes., o Santa Teresa, que desde Malagón encaminó sus
pasos a Toledo, con corta residencia en Escalona y llegando a Avila,
posteriormente encaminó sus pasos hacia Valladolid por Medina del Campo. Tampoco
podemos olvidar las andanzas del ilustre hidalgo D. Quijote de la Mancha y su peregrinación por nuestras tierras en pro de azañas
caballerescas.
En Toledo a lo largo de la Edad Media se recogen numerosas tradiciones de labores apostólicas y
de caridad o acogida:
Destacar una antigua tradición la llamada “Limosna del Mandato”
que se detalla de la siguiente manera:
“En la catedral de Toledo acabada la
misa mayor, todos los días el canónigo celebrante junto con los racioneros que
intervienen en la liturgia, procedían a bendecir la comida a treinta pobres: 20
hombres y diez mujeres, llamándose limosna del mandato en la que merecen
particular atención los peregrinos”
Indicar que la mención que se hace a los peregrinos se refiere a
los que iban a rendir culto a la Virgen del Sagrario, ya que esta tradición es anterior al
descubrimiento del sepulcro del Santo Apóstol. Por otro lado hay pruebas
de la existencia de un lugar llamado “El Mesón del Peregrino”
1766, abril, 11. Toledo. Expediente iniciado por solicitud de Manuel Félix Arroyo, administrador del mayorazgo de Hernán Suárez Franco, al que pertenece el Mesón del Peregrino, llamado de la Sangre de Cristo, y la Casa Taberna, frente a la Cochera de la Reina, para que se ordene a la Cofradía de la Santa Caridad, sita en la iglesia mozárabe de Santa Justa, que el “Cajón de los Difuntos Pobres” que se hallaba en la plaza de Zocodover, no se sitúe entre dichas casas y cocheras y se traslade a otro lugar menos perjudicial para sus negocios. (Fuente: Archivo Histórico Municipal de Toledo)
Otra curiosa referencia que nos relaciona Toledo con el lugar
donde se alberga su sepulcro es la siguiente: El año 997 el primitivo
templo edificado en Compostela, fue reducido a cenizas por el Caudillo musulmán
Almanzor. Las puertas y las campanas de la iglesia, fueron portadas a hombros
por cautivos cristianos hasta Córdoba y se añadieron a su mezquita. Cuando
Córdoba fue tomada por el rey Fernando III Castilla en 1236, hay quien afirma
que estas mismas puertas y campanas fueron transportadas por prisioneros
musulmanes a Toledo, destinándose para las obras de la Catedral (Narciso Casas
en "Historia y Arte en las Catedrales de España), sin embargo en las
Crónicas del Arzobispo Jiménez de Rada este afirma lo siguiente:
"Y como las campanas de Santiago
que, como dije, había trasladado Almanzor a la mezquita e Córdoba, estaban
(allí) colgadas sirviendo de lámparas para vergüenza del pueblo cristiano, el
rey Fernando hizo que esas campanas fuesen devueltas a la iglesia de Santiago,
y a la iglesia de Santiago fueron llevadas. Al repicar ahora acompasadamente
con las otras esquilas, la devoción de los peregrinos alaba a Dios en sus
festividades"
En la Puerta del Perdón de la Catedral, aparecen las imágenes de los 12 apóstoles, con la del Salvador en el
Centro, de frente a nuestra izquierda, podemos ver junto a la de San Pedro, la
imagen de Santiago con sus atributos de peregrino.
También destaca en la catedral la Capilla de Santiago, mandada edificar por D. Alvaro de Luna, comendador de la Orden de Santiago y Condestable de Castilla y que fijó como principal residencia de su corte, la Villa de Escalona, donde, en el interior de su castillo hay una capilla en cuya bóveda podemos contemplar una Cruz de Santiago rodeada de vieiras.
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Capilla del Castillo de Escalona |
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D. Alvaro de Luna, Maestre de la O de Santiago |
En Toledo asimismo, existieron 18 hospitales, entre ellos
destaca el Hospital de Santiago que fue fundado por Alfonso VIII a finales del
siglo XII tras el nacimiento de la Orden de Santiago para atender a los heridos de sus huestes.
Estaba emplazado en un edificio inmediato al Alcázar adosado a la muralla y
contaba con una iglesia mudéjar dedicada a Santiago el Mayor.
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Extraida imagen del blog "Toledo Olvidado" http://toledoolvidado.blogspot.com.es/2013/03/el-hospital-de-santiago.html |
Su fachada principal estaba presidida por una imagen de Santiago
Matamoros que fue trasladada tras el derribo de este edificio en 1884 a la Calle Armas donde permanece hoy día.
Se conserva un artículo de 1923 publicado en la revista “Toledo”
por Manuel Castaños Montijano en el que se indica que:
“Afecto a este hospital, había una casa
con entrada por el Corralillo de San Miguel, destinada a dar hospitalidad a los
peregrinos que iban de paso para Santiago de Compostela, a visitar el sepulcro
del Apóstol, patrón de España, o que regresaban de su peregrinación”.
Imágenes extraidas del citado blog "Toledo Olvidado" http://toledoolvidado.blogspot.com.es/ realizado por Eduardo Sánchez Butragueño
Testimoniando de esta manera el tránsito de peregrinos a
Compostela por nuestra ciudad y la acogida que aquí recibían.
También hubo un hospital promovido por la orden de San Antonio,
que llegó a España en el siglo XII y que tras fundar la preceptoría de
Castrogeriz en Castilla extendió sus dependencias por las principales rutas de
peregrinación españolas.
De la
Encomienda Mayor de
Castrogeriz dependían el resto de las castellanas entre las que podemos
mencionar las de Murcia, Córdoba, Ciudad Real, Talavera, Cadalso de los
Vidrios, Medina del Campo o Benavente, así como en Toledo: todos estos son
lugares son tránsito de los Caminos del Sureste y Manchego, demostrando de esta
manera que había una red de acogida a los peregrinos desde antaño.
"Junto a la ermita de San Eugenio, a Ia derecha de la carretera
conforme se sale de Toledo en dirección
a Olías del Rey, estuvo situado el hospital do San Antonio Abad, cuya hermita,
si hemos de dar crédito a D. Sixto Ramón Parro, caía próximamente donde hoy se
levanta un modesto pilar de piedra, terminado en sencilla cruz de hierro de la
misma figura. que la ostentada en sus habitos por los P. r. Antonianos.Este
hospital fué fundado en 1316 por D. Gonzalo Ruiz de Toledo, señor de Orgaz, y
con el fin exclusivo de curar cierta enfermedad conocida por entonces con el
nombre de fuego sacro, o fuego de San Antonio"
En las dependencias del convento de Santa Fé, anejo al actual
Museo de Santa Cruz, antiguo hospital de Toledo, también hubo una iglesia bajo
la advocación del Apóstol. En su entrada por la calle Armas contemplamos la
mencionada imagen trasladada del antiguo hospital de Santiago. También tiene
otra entrada por el callejón de Santa Fé con otra portada en la que en su
relieve vuelve a aparecer la imagen de Santiago Matamoros. Este convento fue
sede de las Comendadoras de Santiago desde el año 1505 hasta 1935.
Finalmente mencionar la Iglesia de Santiago el Mayor junto a la puerta de Bisagra, quizá el
templo mudéjar más importante de Toledo, y donde podemos contemplar un retablo
con una talla de Santiago Peregrino. Entendemos que este es el lugar más
adecuado para iniciar nuestra peregrinación en Toledo, dirigiéndonos hacia
Santiago tras cruzar la puerta de Alfonso VI.
RAZONES DEL OLVIDO DE ESTAS RUTAS Y
RESURGIR DE LAS MISMAS:
Con lo hablado hemos querido detallar la existencia de rutas
tradicionales de peregrinación a Compostela desde Toledo, que aunque poco
conocidas y quizá olvidadas con el paso de los años no podemos negar su
existencia.
Una de las posibles razones de la preponderancia del Camino
Francés es que transcurre por terrenos reconquistados a los musulmanes y con relativa
paz; que pronto comenzaron a ser repoblados y además contaron con un fuerte
apoyo por parte de la Orden de Cluny que con el establecimiento de monasterios supuso
un factor de repoblación de las tierras recuperadas a través de la llegada de
peregrinos desde Europa.
Mientras, más al sur en la zona centro de la península, había
continuas luchas: Tras conquistar Alfonso VI Toledo a finales del siglo XI,
debido a la escasa coherencia de los reinos cristianos, un siglo después sufren
una fuerte derrota en la Batalla de Alarcos, en la que se pierden numerosos territorios que
parecían consolidados; apoderándose los almohades de Uclés (cabeza de la Orden de Santiago), Madrid y Guadalajara y quedando amenazadas
las poblaciones de Toledo y Cuenca. Todo ello impide la consolidación de unas
rutas de peregrinación tal y como había más al norte de la península, y que además habían
supuesto una puerta abierta a Europa.
Por otro lado, tras la paz establecida por los Reyes Católicos al
terminar la reconquista, decae el antiguo fervor por las reliquias del Apóstol,
también disminuido por las crisis religiosas que siguen a la Reforma Luterana. Más tarde, en tiempos de Felipe II se fija
la corte en Madrid, quedando Toledo, por su cercanía a la capital, separada de
las principales vías de comunicación.
A partir de los años 80 del pasado siglo, las peregrinaciones a
Santiago han experimentado un gran éxito, sin duda esto ocurrió tras la primera
visita del Papa Juan Pablo II a España. Sin embargo estos caminos antiguos que
nos llevan a Compostela habían comenzado a resurgir, sobre todo por la figura
de D. Elías Valiña, párroco y hospitalero del Cebreiro así como estudioso del
Camino de Santiago, que comenzó a señalizar los tramos por donde discurría el
tradicional Camino Francés desde Roncesvalles a Santiago con la hoy
popularísima flecha amarilla, la razón del color utilizado, es porque consiguió
pintura de este color que se utilizaba para las obras de las carreteras para ir
señalando el camino a seguir hacia Compostela.
Su figura es el ejemplo que hemos seguido las asociaciones
jacobeas comprometidas con los Caminos a Santiago, hoy por hoy desde tierras
levantinas, y más al sur de Toledo hasta Compostela, existe un importante
número de colectivos que intentamos trabajar de manera coordinada para la
promoción y mantenimiento de estas rutas históricas que nos llevan al sepulcro
del Santo Apóstol.