CAMINO DE SANTIAGO

CAMINO DE SANTIAGO

martes, 29 de septiembre de 2015

POR EL CAMINO DE SANTIAGO DEL SURESTE ENTRE LAS PROVINCIAS DE AVILA Y VALLADOLID. PRÓXIMA MARCHA EN OCTUBRE


SABADO 10 DE OCTUBRE: TIÑOSILLOS - ATAQUINES (31 kms)

Poblaciones por la que discurre:

TIÑOSILLOS: Partiremos en la carretera, pasando por el ayuntamiento y la iglesia, al abandonar el pueblo empieza una gran pinada resinera de 8 km. de longitud, caminando por ella 6.200 m. hasta llegar al cruce de la Nava. Cruzamos la carretera y, la seguiremos a la izquierda durante 200 m. Continuaremos por el camino paralelo a la derecha de la carretera rumbo a Arévalo.

(KM 15) ARÉVALO: Empieza Arévalo con un carril bici, por la derecha de la carretera, que seguiremos hasta entrar en el pueblo. Afrontamos la Cañada Real Leonesa, recto por paseo de San Juan Bosco, paseo de la Alameda, rotonda plaza fray Juan Gil, continuando por Capitán Luis Vara, plaza de El Salvador, girando hacia la izquierda por la plaza del Arrabal. Continuamos por la derecha, y pasaremos por el arco de Alcocer,
Plaza Real y enfrente Ayuntamiento de Arévalo. Destaca el casco urbano de la ciudad, que constituye uno de los conjuntos de arte mudéjar más importante de Castilla. Se organiza en torno a tres plazas; la de la Villa (la más antigua), la Real y la del Arrabal, porticadas con soportes reaprovechados de edificios anteriores en las dos últimas. Conserva restos del castillo mudéjar del s. XIV, restaurado en estilo neogótico. Vestigios de parte de la muralla defensiva de la ciudad, con una de las puertas de acceso. En la iglesia de Santa María la Real del s. XIII, de ladrillo, destaca el ábside, decorado con arquearías ciegas. La iglesia de San Martín, edificada en los ss. XIII y XIV, consta de nave única, crucero y cabecera con triple ábside, posee dos torres mudéjares del s. XIII, destacando la "torre vieja" o de los "Ajedreces". La iglesia de San Miguel o de Montalvo, fundada en el s. XIII y reconstruida en el s. XV, conserva de la primitiva fábrica el ábside mudéjar, destaca el retablo del s. XVI, obra del Maestro de Arévalo. La iglesia de San Salvador del s. XVI con torre mudéjar conserva un retablo de Juan de Juni. El convento de Santiago, fundado por Hernán Tello de Guzmán, caballero de la Orden de Santiago en 1591. La iglesia de Santa María de La Lugareja o de Gómez Román, del s. XIII, único resto del convento templario, habitado después por religiosos cistercienses, está a las afueras de la población y está considerado como uno de los mejores exponentes del arte mudéjar. También destacan numerosas casa blasonadas y palacios y los puentes mudéjares de ladrillos sobre los ríos Adaja y Arevalillo de finales del s. XIV. Disponía de varios hospitales para enfermos, transeúntes y peregrinos.


(KM 23,75) PALACIOS DE GODA: Llegamos a las primeras casas de Palacios de Goda entrando a continuación a la plaza Mayor de Palacios de Goda, saliendo recto por calle del Oro. Destaca su iglesia de San Juan Bautista ornamentada con un artesonado mudéjar que cubre la totalidad de la nave, en su interior sobresale el Cristo de Gracia de estilo gótico. También su plaza mayor y la ermita de Nuestra Señora de la Fonsgriega. Este pueblo llego a contar con hospital.
De Palacios de Goda se sale por la calle que conduce hacia el cementerio y pasado éste basta seguir el camino de tierra, dejando dos bifurcaciones que aparecen por la derecha, para alcanzar las ruinas deshechas del "despoblado de Honquilana":
A uno y otro lado del camino apenas se tienen ya en pie los restos moribundos de lo que fuera un pueblo habitado al que nunca llego la luz eléctrica y del que, en 1985, salieron sus últimos habitantes. Las ironías que gasta el destino hace que, ahora que ya no se necesitan, los postes de la luz sean el único signo de modernidad en este revoltijo de melancolías.
Ninguna de sus paredes de barro levanta ya más de tres metros del suelo y hasta su iglesia mudéjar, que un día estuvo dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, no es más que un montón de escombros del que cuesta adivinar su pasada enjundia. Quien la busque la encontrará a la salida de las ruinas, en el costado izquierdo del camino que se abre por la izquierda del que se trae hasta ahora.

A 200 metros por la carretera que llega hasta las ruinas, se localiza el abrevadero y una fuente famosa en el contorno por la calidad de su agua. Sin dejarse abrumar por los espectros de este pueblo fantasma, el itinerario hacia Santiago continúa con el mismo rumbo, en dirección norte, por el camino junto al que se alza el mojón que indica 467 kilómetros hasta la meta.

(KM 31)ATAQUINES: De momento, basta caminar los siguientes 4 kilómetros sin tomar ningún desvío hasta llegar al paso que permite cruzar la autovía por alto para visitar, quien lo desee,Ataquines. Su único valor patrimonial es la iglesia de San Juan Bautista, construcción barroca del siglo XVII, ubicada en el lugar que ocupara una antigua fortaleza. Alberga una Inmaculada atribuida a Juan de Ávila.

DOMINGO 11 DE OCTUBRE: ATAQUINES - MEDINA DEL CAMPO (17,5 kms)

El camino prosigue en dirección noreste mientras se deja a mano izquierda el relieve de montecillos conocidos como Los Ataquines, Ataquín Alto y Ataquín del Nene. Sin tomar ningún desvío en los cruces que aparecen, siempre en paralelo a la autovía, se entra en San Vicente del Palacio 5 km después.

(KM 6.3)SAN VICENTE DE PALACIO: El edificio más notable de este pequeño pueblo, con unos 200 habitantes, es su iglesia de San Vicente. En su interior se guarda el tesoro de su cruz procesional de plata confeccionada a mediados del siglo XVI con elaborados detalles ornamentales de estilo renacentista.

Procede de uno de los despoblados que en esta zona acabaron por convertirse en una característica del paisaje, el de San Miguel de Sarracino, abandonado en el siglo XIX.

San Vicente del Palacio guarda tan bien como su cruz la memoria - verídica o no - de la escabechina perpetrada en él por el ejército francés durante la Guerra de la Independencia en represalia por la muerte de 20 franceses en Medina del Campo, cuyo asesinato se atribuyó a vecinos de San Vicente en lugar de a los de Rubí de Bracamonte, que fueron quienes los habían cometido.
La forma más corta de llegar a Medina del Campo es seguir por la vía de servicio que corre junto a la autovía. También la más ruidosa y desagradable.Para cogerla basta continuar por la calle principal del pueblo hacia el cementerio y, a la salida, seguir durante 2 km hasta confluir con la autovía a la altura de un viejo puente de once arcos sobre el cauce del río Zapardiel. Desde ahí hasta Medina median 8,5 km.

Otra opción, ligeramente más larga pero mucho más apetecible, discurre entre campos de labor, pinadas y bodones dejando a la autovía en la distancia. Para tomarla hay que dejar la calle principal de San Vicente por la calle de la Vega, que se abre por la izquierda.

El pago de La Vega, situado a 1 km del pueblo, no es otra cosa que la vega del río Zapardiel,



KM 17,5 MEDINA DEL CAMPO:

La entrada que el peregrino hace en Medina por la antigua carretera de Madrid le lleva enseguida a pasar junto al parque de Las Ferias, obra diseñada por el artista Cristóbal Gabarrón en el que se pretende rendir homenaje a la condición comercial que hizo de esta localidad una de las más principales en el mundo conocido entre los siglos XV y XVI.

El papel de Medina en la Historia, denso y dilatado, ha dejado un casco urbano plagado de conventos, palacetes, iglesias y espacios tan señeros como el de su plaza Mayor, hacia la que hay que encaminarse de inmediato, casi todo ello fraguado en la época dorada de esta industriosa y emprendedora villa, en torno a los mencionados siglos XV y XVI. Es en ese momento, en buena parte debido al manifiesto afecto que muestran los Reyes Católicos por ella, y especialmente la reina, cuando Medina conoce su mayor expansión urbanística. El empuje otorgado por estos reyes a sus ferias convierte a Medina del Campo en el foro comercial hasta el que acudían mercaderes, comerciantes y banqueros de toda Europa para realizar sus operaciones. 

Tanto el corazón de aquella Medina que la reina Isabel la Católica la convirtió en su ciudad predilecta, como el de la actual, está en su plaza Mayor. Sus dimensiones evidencian la envergadura del ajetreo comercial que en ella tenía lugar.
Como entonces, sigue presidida por la iglesia de San Antolín, excolegiata imponente desde cuya torre marcan las horas las figuras de Los Maragatos. Lo mismo que continúa en su sitio el balconcillo de la Virgen del Pópulo, altar de referencia desde el que se oficiaban las misas los días de mercado.

A su lado queda el edificio histórico del Ayuntamiento, la Casa de los Arcos y, esquinado, el Palacio Real Testamentario. Si bien sus orígenes están en el siglo XIII y en su vida figuran otros episodios importantes, lo cierto es que ya en el nombre lleva el más trascendental de todos: el dictado que hizo de su testamento la reina Isabel la Católica mientras esperaba su muerte en él, acaecida el 26 de noviembre de 1504.
El castillo de La Mota es, para algunos, la mejor fortaleza de toda la península Ibérica. Levantado sobre el mismo cerro en el que se asentaron los primeros pobladores del enclave, en una mota sobre el llano - suave prominencia del terreno desde el que se domina el entorno -, el castillo ha sido arte y parte en trascendentales episodios de la Historia. Sus orígenes pueden remontarse hasta el siglo XIII aunque la actual configuración se debe, sobre todo, al cariño que los Reyes Católicos tomaron por la fortaleza convirtiéndola en una de sus preferidas. Por estos mismos pasillos paseó sus fantasmas doña Juana la Loca, mientras ansiaba el momento de reunirse con su marido en Flandes.


1 comentario:

  1. FINALMENTE HA QUEDADO APLAZADA ESTA ACTIVIDAD, EL SÁBADO 10 DE OCTUBRE, NOS UNIMOS CON LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL C.S. EN CADALSO DE LOS VIDRIOS PARA HACER UNA MARCHA ENTRE AVILA Y GOTARRENDURA

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