Unos peregrinos poco comunes

Juan Rubio y Dos Thy, peregrinos en Escalona

Escalona.- Llegaron a la hora de comer, con buen paso y prisas para resolver la cuestión del alojamiento en el albergue de Escalona. Había que descansar para enfrentarse a las montañas de la cordillera central. Nos referimos a la simpática pareja de peregrinos que componen Juan Rubio y su fox terrier Dos Thy.

En la calle del Rio se toparon con dos peregrinos escaloneros, miembros de la Asociación de Amigos del Camino, que les dieron la bienvenida y algunas indicaciones útiles. Mañana seguirán su aventura de 120 días en la que van a caminar desde Denia a Finisterre, pasando por Compostela, y de regreso hasta la misma ciudad mediterránea, desviándose para ir a Oviedo por el Camino del Salvador.

Juan Rubio y su mascota viven en Ibiza, aunque este peregrino es de origen cordobés, de Pozoblanco. El 23 de febrero, después de una travesía en barco desde Ibiza a Denia, los dos comenzaron su Camino, en el que han atravesado ya La Mancha y han visitado la Imperial Toledo.

No en todas partes han tenido suerte, porque buscar alojamiento con una mascota suele ser complicado. En Xátiva, después de dar algunas vueltas, fueron acogidos en el hotel Murta. Su dueño, Jesús, admirado con lo tranquilo que es Dos Thy, les facilitó un certificado en el que garantiza a cualquier establecimiento que la mascota no da problema ninguno. Su dueño lleva consigo todo lo preciso para que descanse, cuidarle las almohadillas de las patas y alimentarle.

El propio Juan ha relatado así su aventura, que el mismo se encarga de ir relatando en el Diario de Ibiza: -La idea era hacer este Camino a la antigua usanza. Para ello, tendríamos que empezar desde la puerta de nuestra casa, pero viviendo en una isla no es posible, así que nos vamos al punto de tierra más cercano para comenzar.

- ¿Dónde pasarán las 120 lunas que dura el recorrido?

-Este camino no está tan preparado como el camino Francés, así que hay que buscarse más la vida porque no hay tantas infraestructuras creadas a su alrededor. De todas formas, como yo voy con mi perro busco albergues o alojamientos particulares donde no nos pongan pegas.

-¿Encuentra muchas trabas cuando viaja con Dos Thy?

-A veces caminar con un animal se vuelve complicado ya que hay mucho sitios en los que no te dejan pasar o dormir con él. Nosotros los tenemos como colegas en nuestras casas pero hay mucha gente que no quiere saber nada de los perros. Me he sentido discriminado y despreciado por ir con un perrito.

-¿Qué lleva un perro peregrino en su mochila?

-En su alforja Dos Thy lleva un cepillo, una crema para endurecer las almohadillas de sus patas, un spray para los morros, por si coge frío, las bolsas para cuando vamos a la ciudad y su chubasquero por si llueve. Además, en caso de que haya asfalto, hielo o alguna zona muy agresiva Dos Thy tiene unas pequeñas botas canadienses.

-Y usted, ¿qué lleva a sus espaldas?

Además de unos seis o siete mil kilómetros de recorrido, en mi mochila llevo un par de mudas, una toalla, un saco de unos 600 gramos de peso, un pantalón de lluvia, un chubasquero, alguna prenda de abrigo y poca cosa más, lo imprescindible. Además de comida y agua para Dos Thy.

-¿Hay que realizar un entrenamiento previo al Camino?

-Aconsejo a la gente que se prepare, que se entrene y se compre el equipo y el material adecuado para no pasarlo mal. Se puede encontrar mucha información en Internet. Nosotros entrenamos a diario, hacemos unos 60 kilómetros de entrenamiento cada semana.

¿Qué preparación tiene que tener el perro?

-La misma que una persona, aunque sí que hay que tener una serie de precauciones con ellos. Por ejemplo, es muy conveniente evitar las horas de sol ya que a los animales les afecta mucho. Yo llevo una especie de spray con agua para rociarle porque un día de mucho calor le podría llegar a matar.

¿Qué hay de su alimentación durante la ruta?

-Cuidarla es fundamental. Este año una empresa de Mallorca que se dedica a hacer pienso ecológico de mucha calidad, me enviará los paquetes de comida a los destinos que vamos llegando para que a Dos Thy no le falte nunca qué comer. No podría estar comiendo cualquier cosa y tampoco es bueno cambiarle la alimentación. Les agradezco enormemente que se hayan ofrecido a hacerlo. He conocido a muchos peregrinos con perro que por no tener los suficientes cuidados y una alimentación adecuada para el animal, no han podido llegar a su destino.

-¿Puede Dos Thy campar a sus anchas por el campo?

-No, lo llevo atado sobre todo para dosificar su esfuerzo. No tiene que gastar más energía que la estrictamente necesaria. Por eso siempre va a mi lado, si no se cansaría enseguida. Además, en las ciudades está prohibido llevar a los animales sueltos.

¿Qué es más emocionante, hacer el camino solo o con el perro?

- El caminar solo es una experiencia maravillosa, una introspección hacia uno mismo increíble. Compartir el Camino con mi perro es también una buena experiencia pues me hace mucha compañía, aunque sí he de decir que la marginación que sufrimos en muchos lugares es bastante desagradable.

- ¿Existe un perfil predeterminado para el peregrino?

-El peregrinar se hace cuando uno tiene tiempo, dinero y una edad en la que se necesita alcanzar logros a nivel interior. Cuando has llegado a tu meta, la sensación de haberlo conseguido es indescriptible. Yo no sé lo que sentirían los grandes conquistadores cuando llegaban a un sitio, pero llegar a una ciudad como León o Salamanca y saber que lo has hecho gracias a tu esfuerzo es una sensación difícil de explicar.

-La motivación que le lleva a realizar una ruta de tal envergadura es de carácter religioso, deportivo, personal...

-Es una mezcla de todo. Decir que camine por motivos religiosos puede tener connotaciones erróneas. Estas rutas uno las hace con su esfuerzo, encontrándose en situaciones adversas como lluvias, nieve, frío, calor, dolor y todo tipo de dificultades que supera uno mismo, y yo no hablaría ni de religión ni de deporte, sino de una mezcla de todo. pero al final la aventura es muy espiritual. Esta vez, voy a dedicar este esfuerzo a la memoria de mi madre, que murió el 18 de enero.