El sábado pasado estuvimos caminando por la Sierra de San Vicente, un lugar cercano a Escalona y que nos ofrece una serie de parajes de gran belleza, sobre todo en otoño con la caída de la hoja de los robles y castaños que abundan por el lugar, y las vistas al frente de la cercana Sierra de Gredos.
Iniciamos la ruta al coronar el Alto de El Piélago por la carretera que va desde El Real de San Vicente hacia Navamorcuende, tomando un sendero que nos lleva hacia Almendral de la Cañada y que comienza atravesando un pinar hasta llegar, dejando a nuestra izquierda el Cerro de las Cruces y a nuestra derecha el Monte Peladas y el Cabeza de Turmal, en los que se hallan enclavados varios repetidores.
Desde allí se comienza un descenso con la Sierra de Gredos al frente, ofreciéndonos unas hermosas vistas que no pudimos disfrutar con todo detalle por el tiempo nublado, para llegar a una zona cubierta de robles que habían perdido ya la mayor parte de sus hojas y que cubrían el suelo tiñéndolo todo con los colores típicos del otoño.
Continuamos descendiendo por una sencilla pista y disfrutando por el robledal de la conversación, el buen humor y la estupenda compañía de todos, caminando entre las hojas muertas sin dejar de sorprendernos por la belleza que nos rodea.
Tras unos siete kilómetros de sencilla caminata cuesta abajo, se llega a una pista de cemento que nos dirige al pueblo que hemos podido divisar numerosas veces en nuestra andadura, Almendral de la Cañada, es el momento de dar la vuelta para comenzar una subida continua sin demasiados repechos fuertes pero que acabaron haciendo mella en las piernas de muchos, no sin antes hacer parada para descansar, seguir charlando y dar buena cuenta de la comida que llevábamos en nuestras mochilas. Alguno de los participantes llevaba en ella seis bocadillos, y estaba deseando descargar peso del morral.
Finalmente, cansados pero contentos tras ascender unos 300 metros de altitud, regresamos al punto de partida, algunos no quisieron perder la oportunidad de subir al Cerro de San Vicente desde donde se pueden contemplar unas espectaculares vistas de los valles del Alberche y del Tajo, además de un paisaje completamente diferente al anterior pero igualmente bello. Produce una gran satisfacción esforzarse caminando para llegar al destino propuesto, siempre hay un premio a pesar del cansancio.
Así mismo es una gran alegría para nosotros el poder tomar iniciativas como esta con la participación de numerosos socios y amigos, esperamos poder realizar en breve muchas más, y ofrecer la oportunidad de dar a conocer y señalizar las rutas jacobeas de nuestra comarca y provincia así como otra serie de senderos y lugares de excepcional belleza. Desde aquí os animamos a todos a compartir Camino y que os suméis a las próximas que tenemos previsto realizar. ¡Buen Camino!