Reflejamos la entrada que ha realizado Paco Rosa en su blog El Caminante y Su Sombra, el guía contratado por el Ayuntamiento de Santa María del Tietar para darnos a conocer el entorno de esta bonita población abulense, detallando la marcha que realizamos el pasado sábado 20 de febrero y que contó con la participación de unas 90 personas, procedentes de Escalona y Cadalso de los Vidrios, así como de la propia población y de muy diversos lugares como Magán, Novés, Torrijos, Toledo, Aranjuez, Leganés, Méntrida, etc. Agradecerle a Paco su dedicación y tiempo, al Ayuntamiento por invitarnos y a todos los participantes por estar con nosotros, además de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Cadalso de los Vidrios por ser como son, esperamos que todos hayan disfrutado de la actividad.
Insertamos un video de youtube con imágenes del recorrido,
Más información e imágenes en el blog Cadalso Camino de Santiago en las siguientes entradas:
"Fruto de la colaboración entre diversas entidades, públicas y privadas, surgió esta bonita iniciativa que esperamos tenga continuidad. El Caminante y su Sombra presentaron al Ayuntamiento de Santa María del Tiétar un proyecto de promoción turística a través de excursiones por los alrededores de este magnífico pueblo, y su alcaldesa lo acogió con verdadero interés. La primera de las excursiones se realizaría siguiendo una ruta creada expresamente para tal ocasión, una ruta que pasaría por los molinos, los embalses y las zahúrdas. Al evento se sumarían El Sueño del Héroe y lasAsociaciones de Amigos del Camino de Santiago de Escalona y de Cadalso de los Vidrios. La fecha se fijó para el 20 de febrero, un día en que hiciera sol y buen tiempo.
La primera de las sorpresas fue encontrarnos con que ese mismo día había cacería por los mismos montes que habríamos de pisar. Pero hablando con los cazadores nos tranquilizamos, pues los montes son muy grandes y ellos irían por otra zona. Además, según ellos, el senderista no es una pieza muy cotizada. Hay monte para todos.
A las 9:00 de la mañana fueron llegando los primeros caminantes a la Plaza del Ayuntamiento, lugar de salida. A las 9:30, más o menos y tras hacernos la foto de familia, comenzamos a andar. ¡Éramos casi 90 personas! Como promoción turística había sido todo un éxito: 70 amigos del Camino, 5 seguidores del Sueño del Héroe y unos 15 vecinos del pueblo, niños incluidos.
Comenzamos a andar en dirección al Venero, topónimo del que ya pocos se acuerdan, habíendose sustituido por “la presa nueva”, y tras pasar el Barrio Cimero nos detuvimos un momento para hablar de la antigua piscina, hoy convertida en un chalé.
La siguiente parada fue en el molino de La Rosa, frente al cual la Sombra no pudo dejar de dar rienda suelta a su vocación de guía turístico y cultural para contar todo lo que había aprendido el día anterior sobre los molinos harineros de la zona: sus partes, su disposición… El de la Rosa es curioso por el caz (o acequia) elevado con una construcción de ladrillo.
No obstante, cuando terminó de contarlo le sugirieron que, dado que no habíamos hecho más que comenzar, no nos parásemos tanto y del tirón fuéramos a la presa. Y así hicimos, no parando en las ruinas del molino de La Máquina, aunque sin dejarlo de comentar sobre la marcha a los que estaban a nuestro lado. Estos dos molinos utilizaban la misma acequia: el agua que salía de la Máquina era usada por la Rosa.
Llegamos al Venero (a los pies de la presa) y cruzamos hacia la margen derecha del Arroyo Pajarero. Y aquí comenzaron los primeros sudores de la jornada, pues había que superar los 50 metros de desnivel de la presa, al principio zigzagueando por una pista, luego un sendero y finalmente escalones de piedra.
En la presa esparamos a que el grupo se reunificara; pudimos comprobar como rebosaba el agua y se deslizaba por la pared en una vertiginosa caída.
Una vez que estuvimos todos arriba reanudamos la marcha siguiendo la margen derecha, por la pista de servicio, en algunos tramos bastante encharcada, hasta desviarnos por el sendero que sube al Canto de la Mora, atalaya desde la que contemplar todo el embalse y el comienzo del castañar, en esta zona mezclado con los robles.
Desde allí hasta el Molino Bajero el camino llaneaba. Una vez en éste nos detuvimos un rato para contemplarlo, sobre todo para observar la conducción del agua (el cubo) consistente en medio tronco de árbol cóncavo. Además, como curiosidad, esta conducción atravesaba en ángulo la sala de molienda hasta el cárcavo (lugar donde el agua incidía en el rodezno o rodete y hacía girar la maquinaria).
Desde este molino continuamos hasta un pequeño puente que cruza a la margen izquierda y desde ahí en buena pendiente hasta enlazar con el GR-180. Tomamos dicho sendero hacia la izquierda, en dirección a Casillas, y nos desviamos por el primer sendero a la izquierda en dirección al arroyo; justo antes de llegar nos encontramos con otro molino; en éste podemos ver el rodezno en la sala, fuera de su posición original; el agua se precipitaba desde 3 metros de altura.
Volvemos por el mismo camino hacia el GR y seguimos subiendo hacia Casillas, hasta el Santillo, lugar en el que también hay otro molino, aunque en un finca particular, al otro lado del arroyo. En este lugar se unen los arroyos del Pajarejo (por el este) y del Venero Moro (por el oeste); y tras cruzar un puente de hormigón comienza la calleja que lleva al pueblo. Decidimos no continuar y volver sobre nuestros pasos por el GR hasta el embalse del Pajarero (sí, otra vez, pero ahora la perspectiva es diferente, porque además, muchas veces tenemos la mala costumbre de no mirar hacia atrás para observar el paisaje que dejamos).
Una vez que llegamos a la pista asfaltada que une la presa con la ermita nos dirigimos hacia esta última, y al poco de coronar la cuesta, a la entrada de las canteras, nos estaba esperando Isidoro (del Ayuntamiento) con unas pastitas para reponer fuerzas al sol. Otra opción consistía en subir a las canteras (y ver los fabulosos cortes en las rocas) para salir después directamente a las zahúrdas, pero no había muy buen camino y deshechamos la opción.
Así que después del tentempié continuamos caminando unos 200 m por la pista hasta la entrada al camino que lleva a las zahúrdas (es fácil porque está señalizado). Aquí comenzaba una nueva subida (algunos se creían que ya se había acabado eso de subir) hasta nuestro objetivo. Las zahúrdas son unas construcciones megalíticas techadas, hechas con rocas de granito, que se han utilizado tradicionalmente como refugio de pastores, parideras, etc. Se trata de dos galerías dispuestas en ángulo que desembocan en un mismo redil circular dentro del cual ha crecido un pino. Aunque, como decimos, su uso ha sido pastoril desde tiempos inmemoriales, no se descarta que inicialmente tuvieran un uso funerario; se han encontrado restos del tardoneolítico.
Al lado de las zahúrdas existe una lancha de piedra que sirve como mirador y, tras pasar allí un buen rato comentando lo relativo a estas construcciones, continuamos el camino hacia arriba. Nuestro siguiente destino eran las presas antiguas, pero en lugar de bajar de nuevo a la pista, pasar por la ermita y volver a subir, atravesamos la zona de La Cancha sin perder altura hasta situarnos justo sobre el Lago Colinar (la primera de las presas). El tramo de bajada hasta el lago fue la parte más difícil de la excursión, aunque por ello también la más divertida y la que dio más que hablar: que si “vamos a matar al guía”, “ya verás como te pille”, “vaya un pueblo montaraz”… Pero luego todos contentos.
Como último hito del día subimos a la ermita y… Se nos habían olvidado las llaves. La culpa fue de la Sombra, que no había programado el paso por allí, pero ante la insistencia del personal y lo poco que costaba (100 m), fuimos a verla. Es una ermita nueva levantada en honor a San Marcos y, aunque no tenga ningún valor histórico, tiene un cierto valor sentimental para nuestro pueblo y, por qué no, para muchos amigos del Camino, acostumbrados a pasar por estos templos presentando sus respetos.
Y desde aquí hasta el pueblo donde la romería se desperdigó por los bares para tomar el vermú o las cañitas previos a la comida.
Como curiosidad una reflexión: yo también soy peregrino y conozco el Camino. Se dice que cada cual hace su camino interior, pero también exterior; cada cual camina a su ritmo, realizando las paradas que le vengan bien y acelerando en los momentos oportunos. A muchos peregrinos del otro día el camino se les hizo tedioso: recorrieron 9 km en 4 horas, cuando en ese mismo tiempo están acostumbrados a hacer de 15 a 20 km. Y así me lo dijeron. Esta excursión estaba planteada de un modo diferente, con senderos que se bifurcan y lugares donde perdernos, enzarzarnos y deslizarnos. Es por eso que tuvimos que ir despacio, esperando a los rezagados; pero aprovechamos para contar las cosillas y curiosidades del entorno. Lo bonito del monte, del campo, es que da juego para realizar infinidad de actividades y modalidades de dichas actividades"
Francisco Rosa Novalbos
- Licenciado en Filosofía y Diplomado en Estudios Avanzados por la Universidad Complutense de Madrid. Colegiado nº 41.804
- Técnico Deportivo de Montaña por la Escuela Madrileña de Alta Montaña.
- Colaborador (guía de senderismo) con IES “Rosa Chacel” de Colmenar Viejo (2013 – Actualidad).
- Coordinador del Proyecto “Desarrollo local cultural Orcasitas” en Fundación Iniciativas Sur / Asociación de Vecinos de Orcasitas (2006 – 2007).
- Director y editor de la revista de Filosofía “Cuaderno de Materiales” (2001-2005).
- Asesor filosófico de comunicación y documentación en Fundación ANDE (1997 – 1998).