

He tenido tiempo para descubrir pueblos y rincones increíbles, para charlar con gente de todos los sitios y dormir con otros tantos, he encontrado muchas personas que merecen la pena por el Camino, y que probablemente no volvere a ver; pero siempre quedaran esos momentos, y un montón de anécdotas que poder contar en días aburridos.
Y es que es verdad lo que dicen, el Camino es mágico, y al menos una vez en la vida habría que hacerlo.
También quiero recordar a los 4 cachondos de Madrid y la subida con ellos a la cruz de Ferro, nuestras piernas tardaran tiempo en olvidarlo.
Solo puedo dar las gracias a todas las personas que me han ayudado de una u otra forma, y han hecho que este Camino sea posible, y decir a nuestro patrón Santiago, que nos vemos pronto otra vez."
Desde aquí y con sana envidia le damos nuestra enhorabuena, su ejemplo es una animación para muchos; que sus pasos y pedaladas hasta el Sepulcro del Santo Apóstol sirvan de acicate para cualquier toledano que quiera emprender este Camino que es mucho más que una aventura.