CAMINO DE SANTIAGO

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viernes, 21 de agosto de 2015

RUTAS VIALES Y POSADAS EN LA COMARCA DE TORRIJOS A FINALES DEL SIGLO XVIII

Continuamos exponiendo estudios sobre la historicidad de las rutas viales y caminos por nuestra comarca. En esta entrada queremos extractar parte del trabajo de Alfonso Simorte Sánchez de Rivera sobre las Rutas Viales y Posadas en la Comarca de Torrijos a finales de siglo XVIII. Así podremos comprobar como las rutas jacobeas que nos llevan a Compostela, tienen una gran tradición y eran transitadas desde tiempos anteriores.

En este artículo se pretende dar una visión de cuál era la situación de las principales vías de comunicación y del sistema de hospedaje con el que contaba nuestra comarca en tiempos de la Ilustración. A la vez que se ofrece, como complemento de ello, el comentario de un reglamento sobre posadas, efectuado por el Intendente de Toledo en 1.783, para dar a conocer de esta manera la actitud del gobierno ante los temas del comercio y del transporte, actividades que se apoyan materialmente sobre el sistema de comunicaciones y hospedaje de cada región o país. 

Para llevar a cabo este estudio el autor se ha apoyado sobre tres fuentes históricas. Por una parte, la obra de P. J. de Villuga, Repertorio de todos los caminos de España, editada por primera vez en 1546, y que es la base fundamental para conocer las principales vías de comunicación que tenía España en la Edad Moderna. Por otra parte, en el Archivo Histórico Provincial de Toledo se conserva diversa documentación sobre posadas, y entre ellas las respuestas a un interrogatorio que sobre el estado de las mismas se envía a todos los pueblos desde la Intendencia toledana.


Las rutas de viaje

1) Según la descripción de caminos de Villuga, la comarca de Torrijos era atravesada por la ruta que comunicaba Toledo con Talavera y que se situaba en las cercanías del río Tajo. Afirma el autor que cruzaba el Tajo (saliendo de Toledo) por Estiviel. Nosotros creemos que se refería a Portusa, algo más abajo del río, porque se vería si no obligado a cruzar el Guadarrama, cosa que no ocurre en Portusa, donde además hay tradición desde la época romana de ser punto de cruce del río Tajo. En la actualidad es por donde aproximadamente pasa la carretera que conecta Toledo con Talavera. Continuaba hasta
Burujón y desde allí hasta La Mata, desde donde salía hacia Cebolla, que queda fuera de los límites comarcales nuestros. La Puebla de Montalbán y El Carpio de Tajo, dos pueblos importantes, quedaban desplazados hacia el sur por esta ruta.

2) La ruta de Toledo a Valladolid a través de Avila, salía de aquella ciudad y, atravesando el Guadarrama por la venta del mismo nombre, se dirigía a Villamiel; desde aquí cruzando Huecas, alcanzaba Novés. Desde este pueblo se dirigía a Quismondo, pasando por la venta de S. Silvestre, o podía irse hasta Maqueda. Este otro recorrido tenía el inconveniente de tener que cruzar el arroyo Grande en un paso más profundo y caudaloso que el de S. Silvestre. Desde Quismondo se llegaba a Escalona, donde confluía el ramal que pasaba por Maqueda. Desde Escalona se pasaba por Paredes hasta llegar a Cadalso, ya fuera de la comarca.

3) El pueblo de Torrijos estaba comunicado con Madrid y Avila, según Villuga. La carretera procedente de Madrid penetraba en la comarca por el término de Camarena, llegaba a Fuensalida y desde aquí se dirigía a Torrijos. Para ir a Castilla-León se salía de Torrijos y cruzando Val de Santo Domingo se llegaba a Maqueda, de Maqueda se dirigía a Escalona, y desde aquí por Paredes hasta Cadalso y la venta de Guisando.

4) El camino real de Madrid a Badajoz no aparece en la obra de Villuga. En el siglo XVIII tenía el siguiente recorrido: entraba en la comarca procedente de Madrid, desde Casarrubios, por Camarena (en la venta de Cantaelgallo, un par de kilómetros al norte del pueblo, tenía su parada de posta), desde aquí a Fuensalida y Novés. Desde Novés se dirigía a Santa Olalla y continuaba hacia Talavera de la Reina.

Como consideraciones finales de todo lo anterior podemos decir que la red principal de caminos se situaba en el centro de la comarca, en torno a Novés, que se prefigura como el punto de cruce principal. Las rutas que aparecen como principales, o más transitadas, procuran atravesar los arroyos lo más arriba posible de su cuenca, o por pueblos donde es más lógica la existen de pequeños puentes o vados bien conservados. Los ríos son indefectiblemente cruzados por puentes o barcas.

También se observan algunas variaciones en las rutas establecidas para el paso de viajeros, sobre todo de carruajes. La ruta Toledo-Talavera se ha desviado hacia el norte y pasa por Rielves, Gerindote, Alcabón, hasta Santa Olalla. Ello se debe a que el Guadarrama no es vadeable en invierno por Cambrillos y hay que subir más arriba del río, hasta el paso existente en la venta del Guadarrama. Villamiel también pierde importancia como paso hacia Extremadura, en beneficio de Rielves.Existen otro tipo de vías de comunicación, muy frecuentadas en el siglo XVIII, que son las vías pecuarias: las cañadas y cordeles para la trashumancia y la transterminancia.

La principal vía pecuaria que atraviesa la comarca de Torrijos es la Cañada Real Segoviana que, procedente de los Montes de Toledo, llega a las orillas del Tajo en el término de El Carpio, bordea el río por el sur, cruzando el arroyo Torcón cerca de su desembocadura. El río Tajo lo pasa en el puente de La Puebla de Montalbán, donde se situaba un puesto de control y pago de impuestos de los ganados trashumantes. Desde aquí sigue hacia el norte, atravesando los términos de La Puebla, Escalonilla, Gerindote, Torrijos, Novés, Fuensalida y Camarena, para salir de la comarca y dirigirse a la sierra del Guadarrama. Entre Novés y Portillo tiene un ramal que la conecta con un cordel que, saliendo de la misma Cañada Segoviana, al noreste de la comarca de Torrijos y fuera de ella, se dirige al Alberche en tierras de El Casar, pasando por Santa Cruz de Retamar, Maqueda y Hormigos. La razón de este cordel estaría en que el valle medio del Alberche es zona de invernada de ovejas merinas en el siglo XVIII.

Bordeando el límite norte comarcal existe otra cañada de ganado, que arranca de Pelahustán y pasando por la parte más septentrional de los términos de Nombela, Aldeaencabo, Paredes y Almorox, se dirige a Villa del Prado y Aldea del Fresno, ya en la provincia de Madrid. La existencia de esta vía pecuaria se debe, como hemos dicho, a que el valle del Alberche es terreno de pastos de invierno, al quedar al sur del Sistema Central y protegido de los vientos del norte, siendo por ello, un terreno de relativa buena pluviometría. Sabemos que en la actualidad, numerosos rebaños de cabras hacen una corta transterminancia entre la Sierra del Berrocal y zonas más elevadas de la Sierra del Guadarrama.

Las posadas y su distribución geográfica


Hay que tener en cuenta que no todos los pueblos contestaron al interrogatorio que hemos mencionado; sólo 34 de los 42 pueblos actuales lo hicieron. De las contestaciones obtenidas se pueden sacar varias consideraciones:

1. La hostelería estaba muy extendida por toda la comarca. Sólo la zona noreste comarcal aparece falta de estos establecimientos. Pensamos que más que no existir en esas localidades, es que no se contestó al secretario toledano.
2. La zona central de la comarca, por donde transcurren las principales rutas de comunicación, es la que ofrece mayor densidad de posadas y mesones. Ello es lógico, sobre todo en la carretera Madrid-Extremadura.
3.El Carpio y La Puebla, a pesar de su desconexión con la red principal de caminos, tienen importancia como puntos de alojamiento. Creemos que es debido a su importancia económica y de población.
4. El valle del Alberche tiene también una buena representación de estos establecimientos. El caso de Escalona, con cuatro, era de esperar; incluso Almorox con dos puede ser debido a ser lugar de paso de arrieros hacia Castilla, o de trajinantes de productos serranos: madera, carbón vegetal, miel, etc. Más raro es el caso de Nombela, con dos mesones, donde se reconoce el paso de un camino de herradura; pero esto no es decir nada, puesto que todos los caminos son al menos de herradura, es decir, que los animales pueden ir por ellos. Sólo el comercio del carbón vegetal puede explicar estos dos mesones.
5. En Méntrida hay dos mesoneros y un posadero. En La Torre de Esteban Hambrán hay un mesonero en 1752.

El tamaño de los mesones es muy variado. La mayoría son pequeños, con una sola cuadra y patio, con porche cubierto para guarecerse de la intemperie. Bastantes disponen de cuartos y habitaciones para los transeúntes; unos en el piso alto, tal es el caso de Torrijos, Rielves, Santa Olalla, La Puebla, La Mata, etc. Ello se debe a que el piso superior es usado para "entrojar granón" (Camarena, El Casar), o simplemente no tienen, como es el caso de Domingo Pérez o Caudilla.

Las condiciones de habitabilidad varían de unos a otros. En Aldeaencabo, donde no hay mesones, se dice que "los pobres de solemnidad (entendemos que algún transeúnte que pase por allí) se recogen en las casas y pajares de los vecinos". En Escalonilla, una viuda recoge en su casa al pasajero que llega al pueblo. El de Hormigos tiene un solo piso, que se compone de: portal o zaguán, cocina, una sala y dos aposentos. El de La Mata sólo tiene "dos cuartos pequeños para habitación del mesonero". Los mesones de Villamiel son calificados de "casas molineras con dos piezas chicas" en cada uno, una para el mesonero y otra para los pasajeros. En Rielves, el mesón dispone de tres cuartos en alto y dos en bajo y una sala u buena con dos camas y "Los cuartos bien adornados con sus sillas, mesas y otros muebles, las ventanas sin vidrieras”. El mesón de Carriches tiene el portal y la cocina juntos. "Tres cuartos, de ellos uno para los huéspedes,con una cama, ocho sillas, su mesa y cortinas a la puerta y ventana; con otros muebles todo ordinario y a estilo de este pueblo".

Los servicios que prestan estos establecimientos son el aposento de caballerías y personas. En algunos casos, de carruajes, aunque esto es menos corriente. Además del albergue, es obligatorio el tener paja y grano para los animales y eso no falta en ninguno de ellos. El precio del grano variaba según el tránsito, siendo más caro en los lugares de mayor paso como Escalona.

El precio de la cama era más estable: En todos los pueblos que contestan a ello, es de 2 reales de vellón. Claro que no todos contestan, y además hay varios pueblos cuyos mesones no disponen de este mueble tan necesario para descansar. Almorox y Nombela no disponen de ella; La Mata tampoco, a pesar de estar en la antigua ruta de Toledo a Talavera. Paredes, en otra ruta transitada, tampoco. Consecuencia: la estancia en Escalona se encarece extraordinariamente, como hemos visto.

En cuanto a si ofrecen comidas, lo corriente es que cocinen los alimentos que traen los transeúntes, los cuales los pueden comprar en el mismo pueblo. Sólo en Alcabón se sirve carne y pescado. En los demás no se vende y sólo se cocina; las excepciones son Villamiel, Rielves y Camarena, donde hay bodegón, es decir que sería en la actualidad un restaurante. En Almorox no se indica lo que se hace. En Novés sólo se cocina para las personas de distinción.

La cama normalmente se componía de "un jergón lleno de esparto o paja, un colchón, dos sábanas, dos almohadas, un cohertor y colcha de lana",

Existe en algunos casos un reglamento regulador de estos establecimientos, se conserva uno de la Posada de Ontígola, ya fuera de esta comarca. En esta orden se dice que el intendente debe, en todos los pueblos de su jurisdicción, hacer “el arreglo equitativo de los derechos de consumo y consiguientemente el de Tarifas de comestibles”. Así se pretende "mejorar la lastimosa situación de las Posadas del Reyno, con nota de ningún aseo y la tiranía con que han sido y son tratados los viajeros y comerciantes, de modo, que no hallando comodidad alguna tienen que sufrir un ingrato hospedaje". De esta manera se regulan las condiciones que debe reunir el mesón y se fija es un arancel de precios de los víveres que se despacharán en la posada o parador. Las instrucciones para la buena administración y funcionamiento del mesón, comienzan diciendo que las habitaciones deben tener el debido aseo. Con muebles y cortinajes suficientes, y cristales en las ventanas de las piezas principales. Tendrá un surtido suficiente de camas y ropa para ellas, todo ello «con la mayor limpieza y de buena calidad”. En el servicio de comedor, "la posada deberá tener un surtido competente de mantelería, para que diariamente puedan mudarla para servir las mesas". y continúa "así mismo que tengan porción de vasos de cristal grandes y pequeños». El que sean de cristal es para evitar que la suciedad pueda ser disimulada, y que el que beba lo haga con aprensión. Se dispone también que en los alojamientos haya de continuo una palangana o cofaina con agua clara y toalla aseada para enjugar manos y cara”. Junto a vasos, se ordena tener suficientes platos y fuentes "de loza fina de Talavera, Toledo u otra equivalente". Amén de jarras del mismo tipo.

Dispone más adelante que el mesonero tendrá suficientes luces para uso de los huéspedes en forma de velones o candelabros, con sus correspondientes velas de sebo. La escalera y pasillos se alumbrarán con faroles a proporción.

También se regula la temperatura del local. Se ordena que haya nieve o hielo para poder disponer en el parador de agua fría en el estío, metiendo entre la nieve garrafas de estaño o cristal. Y que para el invierno se dice: "Que el Dueño de la Casa Mesón haga chimenea, teniendo en la temporada de invierno o repuesto de leña, también será de la obligación del posadero tener un brasero decente".

Se dispone que haya limpieza en la caballeriza, y que los pesebres y pilones de agua deben tener sus correspondientes ataderas. Para las caballerizas se ordena el uso. de faroles pequeños, sin permitir candiles para evitar los incendios.

En la conservación del edificio, se fija primero en el estado de los tejados, evitando las goteras,

De todo lo anteriormente dicho podemos sacar varias conclusiones sobre la actitud del gobierno ilustrado de los Barbones sobre las actividades hosteleras. El objetivo perseguido es el aumento del tráfico comercial y de transporte, "que aliente a promover la más activa sociedad en general» y sirva para hacer resplandecer a la Nación entre las demás".

Para lograr este objetivo, se acomete la reforma de las posadas desde dos ángulos. Primero, mejorando los servicios que prestan y la calidad de éstos. En ello consiste la primera parte del reglamento. Segundo, tasando el precio de estos servicios, fijando una serie de tarifas y regulando los costes principales que recaen en la actividad hostelera: Ya que  era corriente que los transeúntes pagasen más caros los productos de la localidad, para de esta forma recaudar más impuestos y reducir en alguna medida,la imposición a los vecinos del pueblo. De todo lo anterior se saca en conclusión el decidido espíritu intervencionista que anima a las autoridades ilustradas, pretendiendo controlar todas las facetas de la actividad económica, en base a un deseo de mejora del bienestar general para todos los relacionados con ella.


1 comentario:

  1. Muy interesante y demuestra que el Camino del Sureste es el lógico y no el de levante

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