25 de Julio: Celebración de la Festividad de Santiago Apóstol en Escalona.

Como en anteriores años, con motivo de la festividad de nuestro patrón el Santo Apóstol Santiago, se celebrará en la Iglesia del Convento una eucaristía en el venerable rito Hispano-Mozárabe.

El rito Hispano es la manera propia de celebrar las acciones litúrgicas en la Iglesia Española en los primeros diez siglos de su historia. Se usó primero por los cristianos hispano­-romanos, se siguió usando bajo la dominación de los visigodos y también por los cristianos que permanecieron bajo la dominación musulmana en las diversas regiones de España y los que se mantuvieron en las regiones no ocupadas. Fue entonces cuando comenzó a llamarse «mozárabe», como se llamaba a los propios cristianos sometidos al Islam. El centro fue Toledo, ya que en el Ándalus eran pocos los cristianos residentes, a causa de las constantes emigraciones y también de las renuncias a la fe producidas por la presión de los dominadores.

Cuando en 1085 Toledo fue reconquistada del poder musulmán por Alfonso VI de León y Castilla, se planteó el problema de la pervivencia del rito mozárabe. El rey pretendía abolir el rito ancestral, los mozárabes toledanos, que habían tenido parte destacada en la reconquista de la ciudad, no querían perder sus fórmulas tradicionales de expresar la fe. Se llegó a una solución de compromiso. El rito Mozárabe se mantendría vigente en seis parroquias de la ciudad, a las que se asignaron los cristianos que vivían en ellas antes de la Reconquista, fuera de distribución territorial, introduciéndose el rito Romano en la Catedral y en las Parroquias territoriales creadas para los nuevos pobladores castellanos y francos.

Así perduró el rito Hispano-Mozárabe en seis Parroquias. Y así se han conservado también unas familias, que agrupadas por esa singularidad de su condición, han mantenido viva su mozarabía, atestiguada por lo libros parroquiales, mientras en otras partes de España, han perdido la memoria de su origen.

Este rito litúrgico destaca por la riqueza de sus oraciones: La variabilidad de las "siete plegarias", que clásicamente componen cada formulario de misa, y la voluntad de los padres de enseñar, más desde la oración que desde los tratados teológicos, explican este hecho. Estos textos alimentaron y formaron la fe de los cristianos de toda España, reflejando cómo asimilaron las enseñanzas evangélicas según su genio propio y su idiosincrasia.